La ciudad tiene una mistica particular y una magia propia... se que el hecho de que yo este diciendo esto no tiene mucha logica, pero dejando mi ser racional de lado, no saben lo copado que es este lugar... y si le suman que estamos durmiendo en un cuarto con 68 personas mas (multipliquen los ronquidos por ese numero), se imaginaran que todo lo vemos a traves del prisma del suenio y de un clima espectacular...
Salimos del hostel a eso de las diez y le metimos pata... hicimos largo tour por la ciudad que nos llevo por la costa hasta donde se encuentra La Sirenita (si nos habra despertado sentimientos melancolicos... jaja, solo a Millie le pasan esas cosas con una estatua) y despues nos sumergimos en la Galeria Nacional para ver obras locales como pequenias joyitas del arte europeo del siglo pasado.
Almorzamos en los jardines del Castillo del Rey y aprovechamos para tomarnos un mini descanso al sol antes de volver al hostel atravesando castillos y la citadel. Despues de nuestro ya clasico te nos fuimos a los jardines de Tivoli. Fuera de lo que el nombre pueda llegar a indicar, el Tivoli es un parque de diversiones que si bien data del siglo XVII, tiene unas montanias rusas muy copadas y un par de torres geniales, sumado al espiritu de las antiguas fairs de la ciudad. Faltaban los duendes caminando y el lugar tenia toda la magica que solo es posible en un pais nordico.
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