Segundo dia de sol sobre el Sena y parece que la suerte no va a durar mucho... por esto mismo, nuestros planes cambiaron en un segundo: dejamos de lado la visita al Louvre y seguimos rumbo a Versalles.
Este palacio nos dejo con una doble sensacion. El padrino de Millie sabiamente nos habia dicho que la gente comenta que una vez que viste San Petersburgo, lo demas palidece en comparacion. Y Versalles fue el caso ejemplar. Para ponerlo finamente, el Hermitage es sublime a nivel arquitectonico y Versalles no le llega ni a los talones. Mientras recorriamos los salones mirando el piso buscando el exquisito trabajo en madera de los rusos sin mucho exito.
Sin e,bargo, Versalles tiene los jardines: que gloria! Patricia (mama de Polin), te morias de solo verlos. Habia para todos los gustos, con flores, sin flores, con ovejas, silvestres, de pastos altos cual jungla.
Y en medio de todo el esplendor el sabor de la historia a cada paso... historia de lujo, de esplendor; de revolucion; de ideales, de ira y de sangre... en un lugar alejado de los jardines se encuentra lo que se convirtio en la guarida de Maria Antonieta... y a todas las que se regocijaron con los peinados y vestidos de la pelicula de Sofia Copolla: no saben lo que es lugar!!!
Para cuando terminamos el recorrido ya era tarde y estabamos cansadas asique nos volvimos a lo de Marc a descansar. Ordenamos nuestras cosas y organizamos nuestras vidas, y para cuando emprendiamos el largo proceso de prepararnos para irnos a dormir, aparecieron dos hungaras que venian a quedarse a dormir. Donde? esa fue nuestra pregunta al notar que no habia rincon disponible en la casa... pero donde caben dos caben cuatro. Asi que con la hospitalidad de Marc (que nos hizo un te y se redimio en nuestra estima) y de Polin que hasta les ofrecio nuestra cama (lunatica total de buen corazon) les hicimos lugar...
Para cuando ya estabamos entre las sabanas eran mas de la una de la maniana (o como se diga che!).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario