Y si, como nos pasó con Viena, nos cuesta despedirnos de una ciudad que nos recibió de malas y que nos despide con un poco de cariño y tristeza. A la mañana fuimos a la estación Nugaty (no Keleti, a donde llegamos) a comprar el pasaje para Bratislava que sale mañana a las 9.30. Volvimos al Hostel para pagar toda nuestra estadía (confiados los flacos nunca nos pidieron que saldaramos la deuda). Y de ahí directo al Museo de Bellas Artes de Hungría.
Un torre mal, jaja, mucho arte sacro, renacentista. Pero en medio de esto nos encontramos con unas joyitas que hicieron que la visita valiera la pena: esculturas de Rodin y cuadros de Gauguin, Monet, Manet, Pissarro y una pieza de Rembrandt. Tambéen había unas muestras de arte egipcio y de piezas antiguas recuperadas durante la excavación de Buda.
Almorzamos una vez más bajo un arbol, que ya parece tener nuestro nombre, y una vez más se nublaron los cielos... pero esta vez mucho trueno y poca lluvia...
Caminamos de vuelta en el medio de un ataque de alergia. esta ciudad tiene como caracteristica particular una pelusa blanca que vuela por el aire que se te mete en la nariz y donde pueda.
Escala merecida en el supermercado, volvimos al hostel hace unos minutos a tomar nuestro cafe de la tarde y acá al lado la tengo a Pola haciendo cuentas, y que se acaba de avivar que nos curraron con el cambio a Forints (moneda local), el primer día.
Ahora en un ratito, modelando nuestra compra de ayer, nos vamos a ir a tomar un helado (obvio que antes de cenar: como se hacen las cosas aca en Europa donde los lugares para comer cierran a las 8pm) y a dormir que mañana arrancamos temprano.
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