Y otro día más en esta ciudad mágica... anoche, por suerte, no compartimos cuarto... la noche anterior no dormimos por una señora mayor que roncaba como un caballo (no, nunca escuche a un caballo roncar, pero a eso sonaba).
Amanecimos con calma y salimos a hacer un tour por las estaciones de subte. Por mas de que suene raro, para todos los que no saben, las estaciones aca son una obra de arte. Mientras nuestro gobierno nos roba para irse de viaje, comprarse carteras o construirse casas... aca los comunistas invertían la plata del pueblo en hacer estaciones de subte de marmol, con vitreauxs, frescos o lo que venga... son un lujo. Dedicamos a eso unas dos horas y fuimos a hacer reconocimiento de la estación desde donde salimos a St. Petersburg esta noche.
Después, con escala para almorzar (nada impide que comamos), fuimos a visitar el Kremlin... no solo nos impacto su tamaño (es una pequeña ciudad), sino que además sige en funcionamiento. Hoy es una de las sedes del gobierno ruso, por lo que, mientras vos recorrés, llega gente a trabajar, etc... ahora, al presidente no lo vimos... jaja
Pero entre vientos, chaparrones y poquitito de sol (suficiente para alegrarnos cada vez que se asomaba) logramos hacer todo lo que nos quedaba pendiente en Moscú... y con la deuda saldada, en unas horas partimos hacia un nuevo destino.
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