Pasamos la mañana caminando por los jardines y parques que lo rodean. La verdad es que el clima es un 10, ni una nube ni un vientito, calido y soleado como nos gusta.
De ahi, subte de por medio, fuimos al Albertina y nos emocionamos con los Monets, Picassos, Klees y Kokoschkas (pintor que no conocíamos pero que parecería ser el boom local). No les cuento el impacto de haber visto nuestro primer Magritte en vivo y en directo... sin palabras.
Volvimos al hostel a pata (una vez más) a armar nuestras valijas, llamar a casa y encarar una noche tranqui antes de viajar mañana rumbo a Budapest, Hungria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario