miércoles, 28 de mayo de 2008

Dia 25: Berlin - Moscu

Y hoy vamos a hacer esto a modo de reflexión, tal vez sea porque hoy no hicimos nada o porque quizas lo hicimos todo. Antes que nada: padres, estarían orgullosos de nosotras, sorteamos obstáculos cada vez con menos dificultad y educaron a dos mujeres que saben defenderse del imprevisto y que se las bancan todas... no se asusten: queremos que sepan que la estamos pasando de diez y que sí, dormimos en lugares diferentes, lugares en los que jamás hubiésemos pensado dormir, pero la gente por acá es increíble y nos sentimos siempre seguras y bien cuidadas...
Y hoy llegamos a Rusia: primer milestone del viaje y primer sueño de Millie a la hora de armar este viaje a Europa. Si vieran la excitación que tiene encima... Pero no todo es lo que parece y gracias a Dios leímos la Lonely Planet antes de llegar a destino. Moscú tiene más de Buenos Aires que de Europa: lo bueno y lo malo. Finalmente llegamos a una ciudad con dimensiones como las conocemos, lo cual implica que el aeropuerto queda a 45km de la ciudad. Aca, al igual que en casa, son pocos los que hablan ingles y si bien ya nos estabamos acostumbrando a no entender el idioma, aca no podemos ni inventar. Antes nos decíamos cosas como "busca la estación que empiece con bje...", ahora nos decimos "busca la estación que la primera letra parece un cuadrado con colita, la segunda es una m invertida, la tercera es un 3 al reves, etc...".
El idioma no se entiende ni oral ni escrito y a horas de haber llegado ya optamos por al menos intentar escribir los nombres de las calles y estaciones para pedir direcciones.
Llegamos al hostel casi cuatro horas despues de haber llegado al aeropuerto cansadas y hambrientas... con un mambo de horarios (son dos horas más todavia) y con la espalda cansada (por no decir en llanto)... y habían perdido nuestra reserva. Mientras Millie amenazaba con llorar, nos consiguieron dos camas, sonreimos, nos instalamos y nos sentamos a tomar el té con galletitas con nutella (paleativo por excelencia).
Para cuando terminamos nos dimos cuenta de que eran las 11 de la noche (aca el sol sigue afuera como si fueran las 7pm), asique optamos por bañarnos, hacer uso de Internet e irnos a dormir.
Mañana nos toca un día a full con todo por hacer y queremos estar fresquitas para las 7am.
Pensando retrospectivamente, agradecemos el impacto de Budapest, de lo contrario esto hubiese sido un dobre impacto, y agradecemos al flaquito que escribió en la guia que todo quien llega a Moscú en busqueda del gran imperio se encuentra con una ciudad grande, industrializada y con menos esplendor de lo imaginado... pero que después de todo alberga al Kremlin y a su famosa Plaza Roja...
Y hacia alla vamos mañana, a empaparnos de cultura ZARISTA y COMUNITAS a full... ya les contaremos como nos fue con la dosis de realidad rusa.

1 comentario:

Unknown dijo...

Rusia? que copado que esta eso. Yo tengo ganas de ir. Algun dia... Despues contame como es el lugar pola.