Siempre un día tarde y en este caso un par de horas en exceso. Llegamos a Munich, donde teniamos que devolver el auto a las 11, a las 2pm... todos con una sonrisa y un dejo de ojeras por el apurón matutino.
Teniamos pensado pasar la mañana de una forma activa en la ciudad alemana, lo que quedó postergado frente a la inmeditaez de hacer reservas para la noche (tres noches al hilo a la buena de Dios NO WAY) y averiguar sobre nuestro viaje a Salzburgo, Austria (acalaro para los brutos).
Pasadas las 3pm nos subimos a un tren de lujo, que partió en hora (cosa insólita para los argentinos) y era más cómodo que el avión que nos trajo al viejo continente.
Dos horas más tarde pisamos Austria por primera vez. Es deslumbrante, en medio de los alpes se encuentra una ciudad que tal vez habría muerto como un pueblo perdido en la montaña de no haber sido por "La novicia rebelde". Sí sí muchachos, acá todo gira entorno a los Von Trapp y Millie está más que feliz al respecto.
Caminamos por los jardines de la ciudad (Mirabell Gardens) y a descanzar en el hostel que nos provee del lujo de un cuarto para nosotras dos solas con mesa y sillas (sólo los que hicieron este tipo de viaje saben lo que esto significa).
A dormir temprano, porque el cansancio nos permitia sólo elaborar pensamientos débiles, y a descanzar para ponernos las pilas para mañana.
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